Ah, maldito renacuajo interior, silenciaré tus fétidas entrañas de una vez por todas, no quiero oírte más me liquidaré, me liquidaré... ¡detente!
Payaso, eso es lo que soy. Ingenua estirpe de comediantes intercambian sus penas con la aprobación ajena... ¡el aplauso! que sonido tan solitario. Enemigo de la verdad, demasiado amigo a veces, pero nunca real.
Calor que termina devorándome en sus flamas, entonces es cuando creo saber que... sólo soy un ser que soy cuando soy un ser que no soy. y siendo que nunca seré el ser que no quiero ser, sería imposible hacer mi ser que no es. o sea, el que tendría que ser si sólo fuera quien soy o olvidara el ser que soy o creo ser... ¡oh, oh no, es demasiado para mí! me liquidaré, me liquidaré... ¿bang?
¡Eureka! ahora lo comprendo, no puedo morir.
Mi muerte no es más que la bufonesca parodia de mi pulcra desgracia. No he de morir, pues soy el payaso existencial - ¡existencial!
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